viernes, 22 de junio de 2012

Nuestra boda (o como a mi me gusta decir, nuestro "casorio")

Hace un par de días me sorprendí a mi misma mirando un reality que se llamaba "Bodas espectaculares", "Megabodas" o algo así, y tanta fastuosidad me hizo anhelar muchísimo el día de nuestro casamiento... porque realmente fue nuestro: después de, en ese momento, seis años de convivencia, ya no le debíamos "la boda perfecta" a nadie; fue simplemente una celebración de nuestro amor, compartida con toda nuestra gente especial... a nuestro estilo, claro. Y comprobamos que lo que mejor nos sentaba era dejarle lo fastuoso a los demás; Fué una fiesta a lo "Hágalo usted mismo" Ya que casi todo, todito, todo, lo hicimos con nuestras propias manos: desde las invitaciones hasta los souvenirs. Y con ese mismo espíritu, le pedimos a los invitados que llevaran sus cámaras de fotos para que fueran nuestros fotógrafos de boda.

Desde un principio supe que no quería un vestido de novia tradicional, quería uno antiguo, que me prestara su propia historia. Tengo que admitir que empecé a recorrer ferias americanas en su búsqueda y el vestido no aparecía... se acercaba la fecha y me empecé a impacientar. Pero un día, por una parte de la feria de cachibaches de Solano que no siempre recorro, lo vi: colgado en un árbol, entre otras chucherías y supe que me había estado esperando. Otro dato maravilloso? Me costó... $50 (si, 50 pesos!!!).



Luego de una sugerencia de modificación por parte de mi padrino de bodas Miguel y breve paso por la modista, el vestido ya estaba listo, y fue mejor de lo que podría haber soñado. Se complementó perfectamente con un  alucinante tocado con aires retro que Miguel y Mariano diseñaron para mi. Miguel me ayudó a completar el look final ese día.

Mi hermano y mi papá ayudaron con la logística y cargaron todas las cosas necesarias para la fiesta en sus vehículos (si, un domingo a las 8 de la mañana!)

Nano, incondicional como siempre, ambientó la mesa de golosinas.

Nos costó bastante, pero a la vieja usanza, logramos hacer nuestros perfiles victorianos. Indispensables para darle a la ambientación ese toque vintage... Los floreritos, que además fueron los centros de mesa eran... botellitas de cerveza pintadas con aerosol!

Recuerdo de nuestro casamiento... aún hoy, varios invitados rellenan constantemente el frasquito de cosas dulces, los vemos cuando vamos de visita a sus casas!

Y aunque veníamos planeando la boda dese hacía varios meses, Amadeo se adelantó! Ya llevaba varias semanas de frijolear en mi panza!

Así llegamos a nuestro altar, bailando. Por qué dejarlo para el final?

Nuestros amigos Fer Bocalandro (tambien conocido como "el mejor bajista del mundo") y Fabricio la Regina (alias "el mejor guitarrista del universo") marcaron el paso al ritmo de "I'm Yours"


La ceremonia fue simple y muy emocionante. Mi amigo Mariano, o Nano para mi, sí que sabe poner al amor en palabras... y en ese espíritu, pagano pero no menos solemne, nos casó. Hasta al más duro se le cayeron varias lágrimas.

En el momento de decirnos nuestros votos, no pude evitar que se me quebrara la voz. Mariano puso el humor y dijo "ante todo quiero limpiar mi buen nombre, no es verdad que me caso sólo para tener tu obra social" jajaja














No quisimos que la gente se sintiera obligada a pasar toda la tarde sentada en el salón, así que tiramos mantas y almoadones en el pasto para que todos pudieran sentirse relajados y distendidos, además ese solcito cálido de marzo nos regaló su presencia todo el día.















Disfruté cada momento, y todo lo que puedo decir, es que pasó demasiado rápido... por eso, y no se lo cuenten a Mariano, pienso en hacer otro casamiento más adelante! por qué las mejores cosas tienen que pasar una sola vez en la vida? Al menos con la misma persona, jaja!

Que tengan un finde adorable y lleno de amor!

Fotos de todos nuestros invitados que gentilmente las fueron enviando por mail (a algunos hubo que perseguirlos un poco y otros todavía las deben!).

No hay comentarios:

Publicar un comentario