jueves, 19 de abril de 2012

Bitácora de viaje: Nuestra escapada a Cataratas

Pasamos tres días maravillosos en Catartas de Iguazú, donde nunca antes habíamos estado... y vaya si nos sorprendiste, Misiones! Tus minas de Wanda, tus piedras preciosas, la triple frontera, el monte, la tierra colorada, los coatíes atrevidos... hasta Ciudad del Este (que me hizo sentir que ya conozco Shangai o Bangladesh) se quedan para siempre en mi corazón! Y pensaban que me las olvidaba? No esperaba encontrarme con la fuerza creadora de la naturaleza así, cara a cara... y tengo que admitir que cuando me estuve rodeada por las cataratas, en medio de la "Garganta del Diablo", simplemente no pude dejar de lagrimear.

"La cantera", nuestro hotel en medio de la vegetación. La construcción es baja y de madera, de forma armoniosa con el entorno. La habitación era súper cómoda y teníamos un deck cerrado con mosquiteros que nos hacía sentir más cerca del monte... En esos tres días, no le dí paz a esa hamaca paraguaya!

Liiiibreeeeeee...

Soy la única adicta a las botellitas de shampúes, jabones, sales de baño y lociones varias de los hoteles? Las acumulo y nunca las uso... tal vez sea hora de comenzar una nueva colección.

Para llegar a nuestra habitación, teníamos que atravesar largas pasarelas de madera en el medio de la vegetación. De noche, se iluminaban con antorchitas. Precioso.


Único punto negativo del hotel: La cenas eran estilo "gourmet", es decir, porciones pequeñas y bastante caras y no muy deliciosas. Una noche pedí un risotto de la carta y estaba saladísimo, imposible de comer. A la media hora me trajeron otro con el arroz todavía duro... Amadeo, sin embargo, no tuvo quejas.

Minas de Wanda. Aprendimos el proceso de formación y extracción de las piedras preciosas.


Ay, ese dedo!!!


Ese monito tiene piojitos!!! Pobre Amadeo, me pasé todo el viaje prometiéndole que íbamos a ver monitos y no vimos ni uno!

Cuarzo

Ágatas

Tienda de regalos del lado brasilero... los colores más alegres parecen estar de ese lado, hay que admitirlo.






Cataratas del lado brasilero... como dicen los guías del tour "ellos tienen el estadio y nosotros tenemos el show"



Al mal tiempo... ese día, se llovió la vida, y Amadeo se la bancó como un campeón.Si bien hubiera estado bueno hacer ese recorrido con sol, nos alegramos por haber llevado agua (ultimamente parece que adonde sea que viajemos, llevamos tormenta!), hacía 90 días que no caía una gota! No sé si se nota por la llovizna y la bruma pero tenía los ojos llenos de emoción, gratitud y no quiero ponerme mística, pero realmente sentí el espíritu de la naturaleza, una fuerza viva y poderosa. Con Mariano compartimos la opinión de que deberíamos tratar a este lugar no sólo como destino turístico, sino como un santuario, refugio de espiritualidad para cualquier religión.




Se acuerdan de este post? Bueno, pudimos comprobar que es verdad! Los turistas chinos se desesperaban por filmar y sacarle fotos a Amadeo, y él contestaba con sonrisotas y tirando besos, lo que incrementaba aún más los clicks de sus fans orientales!

Después del día de caminata bajo la lluvia, hidromasaje para tres y relaaaaaax...

Esa noche tuvimos un show magnífico de charango durante la cena en el hotel, y el ninja del monte dió su propio espectáculo aplaudiendo y tirándole besos a los músicos y bailando con muy buen ritmo. Me llena el corazón de amor y de orgullo que disfrute tan libremente de la música en vivo y trate con respeto y admiración a los artistas.

Parque Nacional Iguazú

Sabíamos que se trataba de una excursión de caminata de casi todo el día, así que aprovechamos la visita de mi cuñado, hace unos días, para pedirle que nos trajera de Miami esta sillita para hacer trekking con niños... y nos dió magníficos resultados! Ahora, planeamos un viaje más largo donde sacarle mucho provecho! (me encanta hacerme la enigmática! jeje)

Amadeo, chequeando que todo estuviera en orden antes de subirse...


Del lado argentino del parque, pareciera que podés tirarte bajo las cascadas: yo me tenté... quería hacer una escena tipo Coca Sarli... y lo que terminé haciendo fue un papelón: por caminar sacando fotos, me tropecé y tuve una fracción de segundo para elegir salvar mi cámara o mis rodillas... la cámara no sufrió daño alguno, y mis rodillas están literalmente negras de moretones... pero seguí adelante!


Nuestra guía, frente a nuestra queja por el ruido molesto de los sobrevuelos en helicóptero, nos contó las internas y peleas por las grandes suma de dinero que mueve el parque...



Si tienen la oportunidad de viajar, no les den de comer a los coatíes: se hicieron adictos a la comida chatarra de los humanos, lo que les genera un cambio de conducta (se vuelven agresivos entre sí), sobrepeso y hasta diabetes.

Amadeo, ninja del monte, estaba tan cómodo en su mochila, que hasta se dió el lujo de una siesta. Papá canguro, hombros de acero.











Llegamos al centro de la "Garganta del diablo" y pareciera que el mundo se terminara ahí. Si así fuera, estaría igual de felíz.










Qué mejor modo de visitar la triple frontera? Besos para todos los hermanos de países limítrofes! (pero primero, a mamá)


Y cuando pensaba que me iba a ir sin probar un delicioso risotto, fuimos a comer a un restaurant en Iguazú que nos recomendó un taxista: "Te amaré Maitena". Un lugar moderno pero cálido, muy buena atención, precios justos y... el mejor risotto de mi vida! Cataratas... tengo tantos motivos para volver! (Ah, me olvidaba... gracias mi amor por este viaje inesperado y maravilloso!)


Fotos Gaby Morales (y alguna donde estamos los tres, de algún turista gentil)

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